2011-03-08

EL CLON

No podía creer lo que estaba viendo. Esa la carta, la carta que acababa de recibir...
Era la factura de un psiquiatra, supuesta mente yo había ido a un psiquiatra.
Al día siguiente, me dirigí a su despacho para aclarar la situación. Él se sorprendió al verme y me preguntó por qué había ido allí. Le expliqué que yo no había estado nunca en su consulta y que, por lo tanto, no tenia que pagar ninguna factura.
En ese momento, apareció una persona idéntica a mí. Entonces comprendí que es lo que estaba ocurriendo. Esa persona idéntica a mí, se valía del parecido para no pagar ninguna factura; de tal forma que todo lo que hacía ella -como era igual a mí- lo tenía que pagar yo.
Sin perder tiempo, el psiquiatra llamó a la policía, mientras yo retenía a mí doble en el despachó.
Por fortuna, todo se arreglo y ya no tengo que pagar las facturas de otra persona.
Vuelvo a ser feliz.

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